Se ha dado inicio al periplo administrativo de los mandatarios locales elegidos el pasado 29 de octubre de 2023 mediante el sistema electoral que rige en el país.
La gran mayoría, incluyeron en sus discursos de campaña, fuertes arremetidas en contra de la manera como los que en ese momento estaban administrando e hicieron las acostumbradas promesas para cautivar al electorado y ponerlo a su favor.
Pasadas las elecciones, los elegidos empezaron a enfrentarse a esas realidades vistas sin el calor espumante de las campañas y a las cifras que nunca mienten y dejan al descubierto crudas o esperanzadoras realidades que solo el dinero determina.
Las alcaldías en Colombia, al igual que otras entidades gubernamentales locales, generan recursos principalmente a través de distintas fuentes de financiamiento y los recursos se utilizan para financiar programas y servicios esenciales a nivel municipal.
Las arcas municipales se miden principalmente por los aportes que asigna el Gobierno Nacional a través de transferencias, que pueden ser regalías, participaciones, y otros tipos de asignaciones, cuyos fondos son parte del presupuesto nacional y se distribuyen a nivel local para apoyar la prestación de servicios y el desarrollo particular.
Las alcaldías tienen la capacidad de generar ingresos a nivel local a través de impuestos, tasas y contribuciones, y algunos de los impuestos municipales más comunes incluyen el impuesto predial (sobre la propiedad), el impuesto de industria y comercio, y otros tributos locales.
En Colombia, algunas regiones reciben ingresos por concepto de regalías, especialmente aquellas áreas que generan recursos a partir de la explotación de recursos naturales no renovables, como el petróleo o la minería, y estos fondos se utilizan para proyectos de desarrollo local.
Además de las transferencias del Gobierno Nacional, las alcaldías también pueden recibir recursos de otras entidades territoriales para fortalecer la capacidad financiera de los municipios con menores recursos.
En algunos casos, las alcaldías pueden recurrir a préstamos o empréstitos para financiar proyectos de infraestructura o necesidades especiales, sin embargo, esto generalmente se hace con precaución para evitar problemas financieros a largo plazo y depende también de las decisiones del concejo municipal quien en últimas es el ente encargado de autorizar o no dichos endeudamientos.
Es importante destacar que las alcaldías deben gestionar sus recursos de manera eficiente y transparente para garantizar el bienestar de la comunidad y el desarrollo sostenible del municipio y la combinación de estas fuentes de financiamiento son distintas en algunas zonas de la geografía nacional según las características específicas de cada municipio y la categorización de los mismos.
En Colombia, la categorización de los municipios se establece en función de diferentes criterios, y la categoría de un municipio puede influir en varios aspectos, incluyendo la asignación de recursos y la autonomía administrativa. La clasificación de los municipios se realiza principalmente con base en dos factores principales: la población y los ingresos propios.
Los municipios colombianos se dividen en categorías según el tamaño de su población y esas categorías son determinadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y se actualizan periódicamente.
Las categorías más comunes son municipios de primera, segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta categoría, siendo los de primera categoría los de mayor población.
La clasificación en una categoría específica puede depender de alcanzar ciertos umbrales de población y los municipios con mayores poblaciones generalmente tienen más recursos y responsabilidades.
Los ingresos propios del municipio, derivados principalmente de impuestos y tasas locales, también influyen en su categorización, por lo que un municipio con una mayor capacidad fiscal (mayores ingresos propios) puede tener una categoría diferente en comparación con otro con menos recursos.
La capacidad para generar ingresos propios está relacionada con la actividad económica, la base tributaria y la eficiencia en la recaudación de impuestos y los municipios con mayores ingresos propios pueden tener más autonomía financiera.
Aunque la población y los ingresos propios son determinantes clave, también se pueden considerar otros factores, como la infraestructura, la oferta de servicios públicos, el desarrollo económico y la eficiencia administrativa.
Los municipios de mayor categoría suelen tener mayor autonomía administrativa y capacidad para gestionar sus recursos, lo que implica que tienen más responsabilidades en términos de planificación y ejecución de proyectos locales.
La categorización de los municipios es un mecanismo que busca garantizar una distribución equitativa de recursos y responsabilidades, considerando las particularidades de cada localidad y también puede afectar el acceso a programas y proyectos gubernamentales, así como la participación en decisiones de orden nacional que afectan a los municipios.
Visto de esta manera, el muy grande el reto de los actuales mandatarios y de su capacidad de gestión y la manera de interrelacionarse con pares similares o superiores para buscar fuentes de financiación, dependerá en gran parte la eficiencia en el desarrollo de obras y el cumplimiento de las promesas de campaña.
Algunos de los recientemente posesionados llegaron con el retrovisor a cuestas, juzgando, enjuiciando y calificando el comportamiento de su antecesor, en tanto que otros más juiciosos y aterrizados estaban gestionando recursos y haciendo acercamiento con entidades de todo orden desde el mismo lunes 30 de octubre, es decir horas después que se conocieron los resultados de las contiendas electorales.